Te busca para una noche, o dos. O las que necesite mientras la novia / esposa / pareja está lejos; de viaje o de compras con las amigas en el shopping más lujoso del centro y tomando gaseosa dietética con pajita descartable en calzas ajustadísimas y el cabello reluciente, porque pasó por el gimnasio primero y como le quedaba cerca, por el coiffeur también.
O seguramente porque sufre carencia de afecto materno en su infancia – adolescencia, porque la comunicación no era el punto fuerte en su familia y años de represión y tabúes mal impuestos sobre el sexo; la liberación femenina; la toma de decisiones por parte de quién fue “la fregona” de la casa antes y el nuevo lugar que ocupa la mujer en la sociedad, lo condujeron equívocamente a suponer que los seres animados de cromosomas XX de voluptuosas gomas; dibujadas caderas uniformes y cinturas medibles con un cordón de zapatilla Pampero talle 27, sólo son de compañía; de urgente necesidad de matrimonio para reservarlas para sí mismos antes que otros buitres en condiciones económicas semejantes a las suya pudieran alcanzarlas primero. Sin importar que no sepan cocinar un choclo en agua hirviendo, o cambiar un pañal descartable con banda protectora sin abrojo, si total… Una empleada a medio tiempo puede hacerlo, y ellos pagar por la tarea.
Y de pronto conoce a una mujer que tiene mas ideas que las de limarse las uñas en simetría con la curvatura de la cutícula de cada dedo, y elegir el color de botas que combine con la cartera nueva que vio en la tapa de la revista de moda que, aún no salió a la venta, pero las propagandas de la tele la promocionaron con la sutil frase de que si no la lees, estas fuera del alcance del príncipe azul que te rescate en tiempos de democracia, ¡y ya no hay más monarquías!... Y así, seguramente, se pusieron sus neuronas en funcionamiento. Al fin puede haber encontrado alguien que despierte su lógica antes que su miembro alcance los quince centímetros de vergüenza en su pantalón y llegó a la conclusión que le interesaría mas una charla de intereses estimulantes con una perfecta desconocida, que meterse a la cama con la mujer en camisolín de satén de seda que lo espera para comentarle que el cirujano plástico modificó sus honorarios este año, antes de darle la mamada nocturna que lo hará dormir como un angelito para ir con energías de nuevo mañana al trabajo.
Son opciones… Los ponderadores expertos, toman la menos optimista como el riesgo más sensato que se debe tener cubierto. Y estar atajada, es lo mejor que nos puede pasar a las mujeres hoy en día.
O seguramente porque sufre carencia de afecto materno en su infancia – adolescencia, porque la comunicación no era el punto fuerte en su familia y años de represión y tabúes mal impuestos sobre el sexo; la liberación femenina; la toma de decisiones por parte de quién fue “la fregona” de la casa antes y el nuevo lugar que ocupa la mujer en la sociedad, lo condujeron equívocamente a suponer que los seres animados de cromosomas XX de voluptuosas gomas; dibujadas caderas uniformes y cinturas medibles con un cordón de zapatilla Pampero talle 27, sólo son de compañía; de urgente necesidad de matrimonio para reservarlas para sí mismos antes que otros buitres en condiciones económicas semejantes a las suya pudieran alcanzarlas primero. Sin importar que no sepan cocinar un choclo en agua hirviendo, o cambiar un pañal descartable con banda protectora sin abrojo, si total… Una empleada a medio tiempo puede hacerlo, y ellos pagar por la tarea.
Y de pronto conoce a una mujer que tiene mas ideas que las de limarse las uñas en simetría con la curvatura de la cutícula de cada dedo, y elegir el color de botas que combine con la cartera nueva que vio en la tapa de la revista de moda que, aún no salió a la venta, pero las propagandas de la tele la promocionaron con la sutil frase de que si no la lees, estas fuera del alcance del príncipe azul que te rescate en tiempos de democracia, ¡y ya no hay más monarquías!... Y así, seguramente, se pusieron sus neuronas en funcionamiento. Al fin puede haber encontrado alguien que despierte su lógica antes que su miembro alcance los quince centímetros de vergüenza en su pantalón y llegó a la conclusión que le interesaría mas una charla de intereses estimulantes con una perfecta desconocida, que meterse a la cama con la mujer en camisolín de satén de seda que lo espera para comentarle que el cirujano plástico modificó sus honorarios este año, antes de darle la mamada nocturna que lo hará dormir como un angelito para ir con energías de nuevo mañana al trabajo.
Son opciones… Los ponderadores expertos, toman la menos optimista como el riesgo más sensato que se debe tener cubierto. Y estar atajada, es lo mejor que nos puede pasar a las mujeres hoy en día.
