jueves, 20 de agosto de 2009

Trabajo y plus

Son seductores implacables. Fijan la mirada en la nuestra y arquean ligeramente una ceja en señal de que están compenetrados en nuestra manera de mover los labios cuando hablamos. A veces creo que no escuchan realmente lo que decimos, ni tampoco están pensando "¡De cuántas formas me cojería esta mina!" como el mito cuenta, sino que piensan si te estarás dando cuenta de que tratan de seducirnos para que seamos nosotras quienes los terminemos provocando a que nos esperen a la salida de la oficina y se ofrezcan amablemente a llevarnos hasta nuestros domicilios.
Son putos laborales. Inseguros ejemplares que salen de sus hogares a las seis de la mañana cada día hábil dejando a sus mujeres aburridas, blandas y vagas durmiendo, para ellos ir en busca del "pan de cada día" y algún plus que se pueda presentar...
Son hombres sin imaginación. Débiles y despreciables. Mentirosos empedernidos en busca de la aventura de la semana o aunque sea un culo mas firme que el de la mujer que les lava los calzoncillos mientras ellos se erectan en un telo barato a la orilla de la ruta entre las cinco y las siete de la tarde. Total, "el tráfico está implacable en la Panamericana mi amor, ¡parece viernes!".